viernes, 24 de enero de 2014

LA CAJA MÁS ALLÁ DE NUESTRAS DIFERENCIAS

El reto que se nos plantea tras la intervención y venta de nuestra más importante institución económica, la caja rural comarcal de Mota del Cuervo, nada tiene que ver con los partidos políticos aunque tenga una dimensión política como todo lo que ocurre en sociedad, fuera del ámbito privado. El reto es mucho más rico, ya que pone en juego nuestra identidad y futuro como pueblo.
Sería por ello un grave error distraernos ahora en si determinadas propuestas son conservadoras o progresistas, de qué partido es quién dice las cosas, va a las reuniones o expresa determinadas opiniones. Lo importante ahora no es quién dice qué cosa sino si lo que dice es sensato.  Verlo de otro modo supondría una deslealtad para la voluntad con la que nació y creció Caja rural. En ella se integraban, al menos parcialmente, nuestras diferencias. Todos pertenecíamos voluntariamente a una misma sociedad, cooperábamos en una empresa común, mancomunábamos los beneficios y resolvíamos solidariamente nuestras necesidades: necesidad de ocio (Cerro mingote, centro de la juventud), necesidad de salud (centro de salud), necesidad de cultura (terrenos de la escuela de música, subvenciones a asociaciones, edificio trastero a la sede de la caja), necesidades pecuarias (arreglo de caminos).
Parece claro pues que es importante consensuar entre todos unos mínimos para afrontar este proceso lleno de incertidumbres, a menos que ya estemos resignados, nuestros sentimientos sean demasiado débiles o nos hayamos vuelto mezquinos y cortos de miras. Es hora de aparcar recelos, cooperar y sumar esfuerzos.
La prueba de que no es retórica lo que señalo la proporciona la siguiente lista de  interrogantes que desde mi punto de vista deben ser resueltos para no cerrar en falso el proceso. Que cada cual decida en conciencia si le conciernen como simpatizante de alguna agrupación política, empresarial o sindical o  como socio de la Caja y vecino del pueblo, que es lo que muchos pensamos.
¿Es viable jurídicamente revertir el proceso de venta a Globalcaja y recuperar la entidad?,¿cuál es la proporción entre el coste del recurso y las posibilidades de que prospere?,¿cuál es el órgano que detenta la representación de la Caja en la actualidad, al que la ley reconoce el derecho a recurrir la intervención y a presidir el Patronato de la Fundación?, ¿qué hemos hecho mal, y durante cuántos años, para llegar a esta situación desesperada?, ¿cómo lograr la máxima transparencia sobre aquello que ha llevado a este deterioro, cómo podemos acceder a la información que sistemáticamente se nos ha negado a los socios: el informe del Banco de España, que avala jurídicamente  la intervención y venta?, ¿podemos de algún modo enmendar lo sucedido, crear algún tipo de institución semejante a la Caja rural donde poner nuestros ahorros?, ¿existe un modo seguro de poner a buen recaudo los bienes de la Fundación para que conserven su carácter local, abierto y público?
Personas de diferentes credos, condición  e ideología tenemos claro que estas cuestiones nos atañen a todos y merecen una pequeña parte de nuestro tiempo. La búsqueda de una candidatura única y la plataforma QUEREMOS NUESTRA CAJA nacen con esa voluntad de consenso en lo que respecta a la defensa de la entidad, aclaración de errores y enmienda de lo sucedido. Después que cada cual, partidos o personas, saquen su conclusión y hagan lo que estimen oportuno. Ayuntamiento, partidos, sindicatos, entidades agrarias, asociaciones empresariales, antiguo consejo rector y vecinos en general, estamos llamados a hacer cuanto esté en nuestra mano para afrontar estas cuestiones cruciales. No es momento de distraerse en rencillas, linchamientos públicos, vendetas o politiqueos  de corto alcance. Pues en ese caso perderíamos una ocasión única de madurar como pueblo
El domingo a las 11 se celebrará una asamblea en el Auditorio y a las 13h una concentración frente al edificio de la Caja. Aunque  la primera haya sido desconvocada por el FROB,  no pocos acudiremos a ella porque queremos dar un paso al frente en estos momentos difíciles, por voluntad de crear un órgano estable que se ocupe de sacar adelante en los próximos meses estos importantes cometidos,  y por respeto a la última decisión soberana que tomó la asamblea de la CAJA RURAL COMARCAL.  En resumen, como homenaje a los 60 años de servicio a nuestro pueblo de esta entidad emblemática y por respeto a nosotros mismos.

domingo, 19 de enero de 2014

DEFENDEREMOS NUESTRA CAJA HASTA EL FINAL




En pocas ocasiones un pueblo toma tanta conciencia de sí mismo como cuando le matan lo que ha creado a lo largo del tiempo, venden al mejor postor el fruto de su trabajo común, arrojan fríamente por la borda, a golpe de boletín, una parte significativa de su historia. Mota del Cuervo es desde el día 14 de Enero de 2014 un pueblo de luto, sumido en la rabia y la tristeza, tras haber conocido por las redes sociales que un organismo dependiente del Ministerio de economía y hacienda, el FROB, había liquidado y vendido de forma urgente,  contra la voluntad mayoritaria de sus accionistas, su institución más preciada y señera: la Caja Rural comarcal de Mota del Cuervo.
Caja que era en primer lugar el motor de la economía local, la que concedía préstamos en las mejores condiciones de mercado, la que abastecía de créditos a las pequeñas empresas y particulares, la que no cargaba comisiones a sus clientes por las operaciones que  realizaban, en la que sus consejeros, elegidos en asamblea, no cobraban ni un duro y donde los beneficios se destinaban a obras sociales e infraestructuras para toda la comunidad. Pero la caja significaba mucho más aún: el esfuerzo compartido de generaciones, la integración de nuestras diferencias, el espacio donde más que clientes nos sentíamos familia, donde disfrutábamos de la dignidad que concede no estar a las órdenes de otros, servir a intereses ajenos. En la Caja, cooperativa de crédito,   éramos dueños de nuestros ahorros, sujetos económicos y no simples consumidores financieros.
Tal vez por ello a lo largo de la semana, de una forma espontánea cientos de vecinos, de distintas condiciones e ideologías, jóvenes y ancianos, hombres y mujeres,  nos hemos ido buscando unos a otros para compartir el dolor y la rabia que sentimos por tan gran pérdida. Y de esos encuentros ha surgido la determinación de organizarnos para defender nuestra caja hasta el final, cueste lo que cueste. La determinación de no darnos por vencidos a menos que  lo exija un juez en sentencia firme.
También es cierto que hay rostros en los que puede leerse la derrota, la resignación, el a rey muerto rey puesto, rostros temerosos de ofender al nuevo soberano: Globalcaja, ahora señora de sus créditos.
Pero el espíritu con que nació y vivió la Caja rural comarcal durante sus más de 40 años sigue vivo entre nosotros, porque ese espíritu no es otro que la identidad de un pueblo que prefiere la asociación entre iguales antes que la dominación, el servilismo o la competencia. De ese espíritu volvió a brotar  ayer, 19 de Enero de 2014, de forma espontánea, con la firma de cientos de asistentes, la plataforma: QUEREMOS NUESTRA CAJA  destinada a cumplir cuatro objetivos:
1) Agotar las vías jurídicas frente a la decisión del FROB, que tendrá que explicar ante los tribunales las razones de su intervención, por las que ha utilizado el procedimiento de urgencia, por las que ha optado por la venta frente a otras posibles soluciones, por las que ha rechazado el plan de viabilidad ofrecido por el antiguo consejo rector y por las que, si es tan insolvente e inviable como señala en su resolución puede haber interesado a Globalcaja su adquisición por más de 1,2 millones de euros. Las razones en suma por la que ha vendido nuestras acciones y liquidado nuestros derechos societarios, empezando por el derecho a la defensa jurídica, al haber impedido la constitución de un nuevo consejo rector que, tras la dimisión del anterior, se hiciera  cargo de dicha defensa ante los tribunales.
 2) Queremos saber, en clave interna, qué es lo que ha pasado para llegar a esta situación, cómo se han gestionado nuestros ahorros durante estos últimos cuatro años, qué se ha hecho mal para provocar el presunto deterioro económico al que se refiere el banco de España, por qué se ha actuado con tan poca transparencia y se han acumulado tantos riesgos.
3) Velar por la fundación Caja rural, que representa el patrimonio acumulado de todos los socios a lo largo del tiempo, nuestro capital social, y que no estamos dispuestos a entregar sin resistencia a una entidad extraña.
4)  Queremos explorar en último lugar, y solo en el caso de que el resultado de nuestra defensa resultara inútil, qué posibilidades existen para crear una nueva entidad o estructura financiera de carácter cooperativo con los mismos principios y valores que inspiraban la Caja rural comarcal.  Y llevar a ella todos nuestros ahorros, préstamos, subsidios, nóminas y jubilaciones.
Globalcaja, que ha comprado una entidad a sabiendas de que lo  hacía contra la voluntad expresa de sus antiguos propietarios, no debe salirse con la suya y convertirnos en una mansa clientela. Quien ha sido antes señor no puede admitir ser tratado ahora como criado en su propia casa.

La lucha será sin duda ardua, probablemente larga y costosa, plagada de dificultades y resistencias, pero los vecinos de Mota somos como juncos que se doblan pero jamás se quiebran. Como pueblo nos han golpeado,  como pueblo nos defenderemos.