sábado, 15 de noviembre de 2014

A VUELTAS CON EL DEBATE SOBERANISTA. LA IZQUIERDA EN LA ENCRUCIJADA



El llamado proceso catalán es un órdago no tanto para la derecha, tradicionalmente centralista, como para la izquierda, portadora de genes federales e históricamente comprometida con los movimientos de liberación nacional.  Si a ello sumamos la música celestial que resuena en la melodía del  derecho a decidir o del derecho de autodeterminación para un demócrata convencido, podemos comprender el grado de desorientación extrema que partidos como PODEMOS o I.U. muestran a la hora de afrontar el reto independentista. Ni siquiera atados al mástil del internacionalismo obrero son capaces de resistir el canto de las sirenas nacionalistas cuando entonan el Els Segadors, flamante himno de Cataluña. Y creedme que digo esto con pesar porque me siento ideológicamente cercano a estos grupos.

Toda la izquierda parece dispuesta a  reconocer el derecho a decidir del pueblo catalán, aunque al mismo tiempo  suaviza su mensaje proclamando que votarían en contra de la independencia en un posible referéndum. Lo que no me acaba de resultar convincente, ya que supone  morder el anzuelo de CIU y ER: el mero reconocimiento del derecho a decidir es tanto como aceptar que Cataluña es un pueblo soberano y por tanto independiente. De otro modo no se facultaría al cuerpo de votantes para determinar si se vincula o no con el Estado español.

El derecho a decidir es una falacia política similar a la petición de principio en el orden intelectual, da por cierto en las premisas aquello que pretende demostrar. Es como si un coronel preguntara a un soldado: ¿Estás dispuesto a obedecer mis órdenes? Diga lo que diga el soldado, tanto si está dispuesto como si no, ya no se tratará de una relación de obediencia sino de un contrato entre iguales. Estaríamos pues ante una pregunta trampa, donde la respuesta está incluida en la pregunta. Cosa muy diferente sería el derecho a opinar.

¿Y si llevaran razón los independentistas? ¿Por qué no reconocer que su pretensión descansa en un derecho legítimo?   Solo hay una forma de saberlo y también adoptaría la forma de un referéndum en Cataluña, solo que en unos términos algo diferentes a los planteados el 9N. Su resultado tranquilizaría mi mala conciencia por desear una España federal, solidaria y plurinacional: ¿Desea usted la independencia de Cataluña a cambio de que su contribución fiscal al resto de España siga siendo la misma indefinidamente o acepta pertenecer al Estado español con la condición de que todos los impuestos de Cataluña vayan a parar a los catalanes? 

         Solo una pregunta así permitiría separar el trigo de la paja, saber si lo que está en juego en todo este conflicto son sentimientos genuinos de pertenencia o el viejo egoísmo de los territorios ricos para zafarse de la carga de los territorios pobres.

Mucho me temo lo peor. Y es que el derecho de autodeterminación yo solo se lo reconozco a los pobres.

miércoles, 4 de junio de 2014

DEMOCRACIA VERSUS MONARQUÍA



Más allá de los escándalos, costes y corruptelas que se le puedan imputar al caso concreto, o de las simpatías y antipatías que el personaje nos pueda generar, la monarquía es en sí misma un engendro antidemocrático.
·        Plantea que la legitimidad de la jefatura del Estado se trasmite por medio de los genes y no por medio de los votos.
·        Establece el privilegio de una familia sobre el resto de ciudadanos, destruyendo el principio de igualdad que funda una sociedad democrática.
·        Pone a un sujeto por encima del imperio de la ley, vulnerando el estado de derecho. La inviolabilidad del monarca implica que no puede ser juzgado por ningún tribunal ni se le puede imputar delito alguno. Al no estar sometido al código penal podría cometer pedofilia, violación o asesinato sin contraer ninguna responsabilidad.
·        Imprime carácter vitalicio al cargo, impidiendo su saludable renovación cada cuatro años como el resto de poderes del Estado. Todo poder vitalicio acaba generando corrupción.
·        Es machista al privilegiar al heredero varón.
·        Admite el absurdo de dejar la máxima autoridad del estado al albur del azar genético –solo nos queda rezar para que el heredero no sea manifiestamente necio, incompetente o malvado–, violando el principio de elección racional que prima el mérito y la capacidad de los candidatos.

La monarquía es, en suma,  una institución premoderna, un fósil histórico, que prioriza la sangre sobre el sufragio y sanciona jurídicamente el derecho divino de cuya ficción surgieron los Borbones. No discutiré si la monarquía fue necesaria en la transición como modo de conjurar las amenazas del franquismo, el precio que una democracia todavía inmadura y atemorizada por los poderes reaccionarios hubo de pagar para consolidarse, pero no se puede hacer de la necesidad virtud y pretender que en las actuales circunstancias, cuarenta años después, siga teniendo sentido.
Tras la abdicación ha llegado la hora de que el pueblo, en un acto de plena soberanía, liberado del miedo y de la minoría de edad, decida  mediante referéndum el modelo de estado que prefiere. De lo contrario, el rey Juan Carlos –por mediación de sus súbditos parlamentarios–, legitimado por salvar la democracia de un golpe de estado, logrará,  imponiendo la sucesión sin consulta, dar un golpe de estado a la democracia. 

miércoles, 30 de abril de 2014

CANTO A LO DIVINO



Te imploro a ti fondo del mundo,
oscuro y amoroso silencio
que sin razón creas y destruyes
cuanto vive en este pequeño intervalo.
Permite santificar mi imperceptible existencia
con tus sagrados y eternos dones,
destellos de un centro único
que irradia en plenitud los vastos confines.
La divina Valentía que no cede sino a lo que es justo y propicio,
que arrostra sin vacilar los riesgos
de proteger lo que es frágil, la derrota probable, la palabra sincera;
la Justicia, más antigua que dioses y hombres,
que marca los límites
donde los seres pueden florecer
en respetuosa armonía;
la Generosidad, que llena los corazones de una misteriosa abundancia
cuya fuente es el gozo por lo que nos ha sido dado.
Fortalece mi ser de numinosa Paciencia
para recibir sereno, con templado aplomo, la oposición
del mundo a mi angustiado deseo.
Hazme Manso y Compasivo frente a las ofensas,
sin que la cólera ciegue con su exceso
la proporción exacta de mi respuesta legítima.
Deja que mi rostro brille Auténtico, sencillo, sin rodeos,
de una forma tan íntegra que inspire confianza a los hombres.
Dame fuerzas para cuidar de la tierra, de las frágiles criaturas que la habitan, suspendidas sin remedio entre el nacimiento y la muerte.
Y cólmame, al presentir tu Belleza,
de la Dicha que enciende el sentido,
del Entusiasmo que eleva nuestros corazones
hasta las alturas del Padre eterno,
de la Risa que nos sumerge en la embriaguez del instante.
Acepta mis votos como un acto de Piedad sincera,
que nada reclama sino el pavoroso reconocimiento de tu  indisponible misterio,
la proclamación de tu majestuosa indiferencia,
obstinadamente sorda a mis palabras.
Concédeme el privilegio de ser tu sacerdote mortal
en tiempos de indigencia extrema,
cuando los dioses, que antaño revelaban tu riqueza infinita,
ocultan su augusta presencia en el olvido,
y los hombres, otrora atentos a los signos del cielo,
se postran ante falsos ídolos
que los precipitan en una existencia vacua y arrogante.
Te lo pido a ti fondo del mundo,
principio innominado bajo todos los nombres:
despierte mi canto a tu divina Dulzura
para que mi ser, dócil canal de inefable Alegría,
te bendiga eternamente.


viernes, 24 de enero de 2014

LA CAJA MÁS ALLÁ DE NUESTRAS DIFERENCIAS

El reto que se nos plantea tras la intervención y venta de nuestra más importante institución económica, la caja rural comarcal de Mota del Cuervo, nada tiene que ver con los partidos políticos aunque tenga una dimensión política como todo lo que ocurre en sociedad, fuera del ámbito privado. El reto es mucho más rico, ya que pone en juego nuestra identidad y futuro como pueblo.
Sería por ello un grave error distraernos ahora en si determinadas propuestas son conservadoras o progresistas, de qué partido es quién dice las cosas, va a las reuniones o expresa determinadas opiniones. Lo importante ahora no es quién dice qué cosa sino si lo que dice es sensato.  Verlo de otro modo supondría una deslealtad para la voluntad con la que nació y creció Caja rural. En ella se integraban, al menos parcialmente, nuestras diferencias. Todos pertenecíamos voluntariamente a una misma sociedad, cooperábamos en una empresa común, mancomunábamos los beneficios y resolvíamos solidariamente nuestras necesidades: necesidad de ocio (Cerro mingote, centro de la juventud), necesidad de salud (centro de salud), necesidad de cultura (terrenos de la escuela de música, subvenciones a asociaciones, edificio trastero a la sede de la caja), necesidades pecuarias (arreglo de caminos).
Parece claro pues que es importante consensuar entre todos unos mínimos para afrontar este proceso lleno de incertidumbres, a menos que ya estemos resignados, nuestros sentimientos sean demasiado débiles o nos hayamos vuelto mezquinos y cortos de miras. Es hora de aparcar recelos, cooperar y sumar esfuerzos.
La prueba de que no es retórica lo que señalo la proporciona la siguiente lista de  interrogantes que desde mi punto de vista deben ser resueltos para no cerrar en falso el proceso. Que cada cual decida en conciencia si le conciernen como simpatizante de alguna agrupación política, empresarial o sindical o  como socio de la Caja y vecino del pueblo, que es lo que muchos pensamos.
¿Es viable jurídicamente revertir el proceso de venta a Globalcaja y recuperar la entidad?,¿cuál es la proporción entre el coste del recurso y las posibilidades de que prospere?,¿cuál es el órgano que detenta la representación de la Caja en la actualidad, al que la ley reconoce el derecho a recurrir la intervención y a presidir el Patronato de la Fundación?, ¿qué hemos hecho mal, y durante cuántos años, para llegar a esta situación desesperada?, ¿cómo lograr la máxima transparencia sobre aquello que ha llevado a este deterioro, cómo podemos acceder a la información que sistemáticamente se nos ha negado a los socios: el informe del Banco de España, que avala jurídicamente  la intervención y venta?, ¿podemos de algún modo enmendar lo sucedido, crear algún tipo de institución semejante a la Caja rural donde poner nuestros ahorros?, ¿existe un modo seguro de poner a buen recaudo los bienes de la Fundación para que conserven su carácter local, abierto y público?
Personas de diferentes credos, condición  e ideología tenemos claro que estas cuestiones nos atañen a todos y merecen una pequeña parte de nuestro tiempo. La búsqueda de una candidatura única y la plataforma QUEREMOS NUESTRA CAJA nacen con esa voluntad de consenso en lo que respecta a la defensa de la entidad, aclaración de errores y enmienda de lo sucedido. Después que cada cual, partidos o personas, saquen su conclusión y hagan lo que estimen oportuno. Ayuntamiento, partidos, sindicatos, entidades agrarias, asociaciones empresariales, antiguo consejo rector y vecinos en general, estamos llamados a hacer cuanto esté en nuestra mano para afrontar estas cuestiones cruciales. No es momento de distraerse en rencillas, linchamientos públicos, vendetas o politiqueos  de corto alcance. Pues en ese caso perderíamos una ocasión única de madurar como pueblo
El domingo a las 11 se celebrará una asamblea en el Auditorio y a las 13h una concentración frente al edificio de la Caja. Aunque  la primera haya sido desconvocada por el FROB,  no pocos acudiremos a ella porque queremos dar un paso al frente en estos momentos difíciles, por voluntad de crear un órgano estable que se ocupe de sacar adelante en los próximos meses estos importantes cometidos,  y por respeto a la última decisión soberana que tomó la asamblea de la CAJA RURAL COMARCAL.  En resumen, como homenaje a los 60 años de servicio a nuestro pueblo de esta entidad emblemática y por respeto a nosotros mismos.

domingo, 19 de enero de 2014

DEFENDEREMOS NUESTRA CAJA HASTA EL FINAL




En pocas ocasiones un pueblo toma tanta conciencia de sí mismo como cuando le matan lo que ha creado a lo largo del tiempo, venden al mejor postor el fruto de su trabajo común, arrojan fríamente por la borda, a golpe de boletín, una parte significativa de su historia. Mota del Cuervo es desde el día 14 de Enero de 2014 un pueblo de luto, sumido en la rabia y la tristeza, tras haber conocido por las redes sociales que un organismo dependiente del Ministerio de economía y hacienda, el FROB, había liquidado y vendido de forma urgente,  contra la voluntad mayoritaria de sus accionistas, su institución más preciada y señera: la Caja Rural comarcal de Mota del Cuervo.
Caja que era en primer lugar el motor de la economía local, la que concedía préstamos en las mejores condiciones de mercado, la que abastecía de créditos a las pequeñas empresas y particulares, la que no cargaba comisiones a sus clientes por las operaciones que  realizaban, en la que sus consejeros, elegidos en asamblea, no cobraban ni un duro y donde los beneficios se destinaban a obras sociales e infraestructuras para toda la comunidad. Pero la caja significaba mucho más aún: el esfuerzo compartido de generaciones, la integración de nuestras diferencias, el espacio donde más que clientes nos sentíamos familia, donde disfrutábamos de la dignidad que concede no estar a las órdenes de otros, servir a intereses ajenos. En la Caja, cooperativa de crédito,   éramos dueños de nuestros ahorros, sujetos económicos y no simples consumidores financieros.
Tal vez por ello a lo largo de la semana, de una forma espontánea cientos de vecinos, de distintas condiciones e ideologías, jóvenes y ancianos, hombres y mujeres,  nos hemos ido buscando unos a otros para compartir el dolor y la rabia que sentimos por tan gran pérdida. Y de esos encuentros ha surgido la determinación de organizarnos para defender nuestra caja hasta el final, cueste lo que cueste. La determinación de no darnos por vencidos a menos que  lo exija un juez en sentencia firme.
También es cierto que hay rostros en los que puede leerse la derrota, la resignación, el a rey muerto rey puesto, rostros temerosos de ofender al nuevo soberano: Globalcaja, ahora señora de sus créditos.
Pero el espíritu con que nació y vivió la Caja rural comarcal durante sus más de 40 años sigue vivo entre nosotros, porque ese espíritu no es otro que la identidad de un pueblo que prefiere la asociación entre iguales antes que la dominación, el servilismo o la competencia. De ese espíritu volvió a brotar  ayer, 19 de Enero de 2014, de forma espontánea, con la firma de cientos de asistentes, la plataforma: QUEREMOS NUESTRA CAJA  destinada a cumplir cuatro objetivos:
1) Agotar las vías jurídicas frente a la decisión del FROB, que tendrá que explicar ante los tribunales las razones de su intervención, por las que ha utilizado el procedimiento de urgencia, por las que ha optado por la venta frente a otras posibles soluciones, por las que ha rechazado el plan de viabilidad ofrecido por el antiguo consejo rector y por las que, si es tan insolvente e inviable como señala en su resolución puede haber interesado a Globalcaja su adquisición por más de 1,2 millones de euros. Las razones en suma por la que ha vendido nuestras acciones y liquidado nuestros derechos societarios, empezando por el derecho a la defensa jurídica, al haber impedido la constitución de un nuevo consejo rector que, tras la dimisión del anterior, se hiciera  cargo de dicha defensa ante los tribunales.
 2) Queremos saber, en clave interna, qué es lo que ha pasado para llegar a esta situación, cómo se han gestionado nuestros ahorros durante estos últimos cuatro años, qué se ha hecho mal para provocar el presunto deterioro económico al que se refiere el banco de España, por qué se ha actuado con tan poca transparencia y se han acumulado tantos riesgos.
3) Velar por la fundación Caja rural, que representa el patrimonio acumulado de todos los socios a lo largo del tiempo, nuestro capital social, y que no estamos dispuestos a entregar sin resistencia a una entidad extraña.
4)  Queremos explorar en último lugar, y solo en el caso de que el resultado de nuestra defensa resultara inútil, qué posibilidades existen para crear una nueva entidad o estructura financiera de carácter cooperativo con los mismos principios y valores que inspiraban la Caja rural comarcal.  Y llevar a ella todos nuestros ahorros, préstamos, subsidios, nóminas y jubilaciones.
Globalcaja, que ha comprado una entidad a sabiendas de que lo  hacía contra la voluntad expresa de sus antiguos propietarios, no debe salirse con la suya y convertirnos en una mansa clientela. Quien ha sido antes señor no puede admitir ser tratado ahora como criado en su propia casa.

La lucha será sin duda ardua, probablemente larga y costosa, plagada de dificultades y resistencias, pero los vecinos de Mota somos como juncos que se doblan pero jamás se quiebran. Como pueblo nos han golpeado,  como pueblo nos defenderemos.