Seres desorientados, perdidos y solos en medio de la bruma, buscando ciegamente no sé sabe qué, de forma azarosa, sobre un entorno esquilmado, empobrecido, carente de color.
Así expresan Robert y Shana Parkeharrison, mejor que podría hacerlo ninguna reflexión, la fragmentación social, falta de horizontes y colapso ecológico que amenazan al hombre actual. Metáfora de la desolación lograda mediante la predominancia de negros y grises; la imprecisión de las figuras y el desorden fortuito de sus posiciones respectivas; el dinamismo de los cuerpos que vagan errantes, sin dirección, por el espacio vacío; la formalidad del atuendo en contraste con lo banal de la búsqueda; el carácter homogéneo y desértico del suelo sobre el que caminan, que pareciera tierra quemada.
Me ha hecho pensar en el final de la película "La Lista de Schindler", una escena en la que docenas de judíos, ahora libres, avanzan por un campo ciertamente desolado. Y la imagen me ha recordado a esa escena por su parecido... y por su contraste. Allá vemos a esos judíos de terrible pasado, débiles, con ancianos y niños, enfermos... pero caminando juntos, a un paso, mirando al frente... al futuro.
ResponderEliminarMientras que en la imagen que nos muestras... se expresa todo lo contrario, como bien dice el título, la ausencia de futuro y de metas. Cada cual, errante, mira por sí mismo y se convierte en una oveja solitaria. El rebaño desprotegido, listo para que un lobo o un pastor (sólo cambian en el aspecto) venga a erigirse su dueño.